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“Para un programa de mejoramiento es un año espectacular porque probamos todas las enfermedades"

El ingeniero agrónomo, Federico Corriés desempeña tareas en el Semillero Klein, refiriéndose a la evolución del cultivo de trigo, estado sanitario y el programa de mejoramiento.

En el programa ‘INTA en la Radio’, Corriés manifestó: “Nos ajustamos a un protocolo que nos permitió continuar desarrollando las actividades sin tener grandes inconvenientes en las tareas cotidianas de trabajo de campo. El programa de mejoramiento fue desarrollado en su totalidad sin problemas”.

“Tenemos alrededor de cincuenta mil parcelas sembradas en Plá y otras quince mil distribuidas en diferentes localidades. No fue un año normal pero sorteamos las dificultades y pudimos lograr sembrar el programa de mejoramiento”, señaló.

Además, espetó: “El mejoramiento es una rueda que no debería parar, todos los cruzamientos que estamos haciendo actualmente son para variedades que estarán liberadas en el mercado de aquí a siete años. La pandemia es este año, pero en nuestro caso trabajamos para el futuro”.

“En general el estado de los cultivos es muy bueno, tuvimos una excelente implantación, a excepción de lo sembrado en julio donde hubo un bache en relación a la lluvia pero las condiciones hídricas fueron excelentes”, exclamó, y agregó: “Llevamos registrados cerca de mil milímetros para el cultivo de trigo. Fue un año con varios meses de frío y son muy pocas las variedades con destacado comportamiento ante tal característica, pero se supo reponer y las temperaturas colaboraron para que el cultivo recupere, macolle y desarrolle sin inconvenientes”.

“Llevamos un período crítico de floración a llenado de grano, dependiendo de la fecha de siembra, muy bueno y con amplitud. De continuar como hasta ahora, tendremos un muy buen cultivo”, puntualizó.

Asimismo, advirtió: “Las lluvias también traen aparejadas enfermedades, el cultivo de trigo no está exento y dependiendo de los perfiles sanitarios y las variedades que se optaron sembrar hay que hacer un mayor o menor control con fungicidas que son muy eficientes y de poder aplicarse en el momento adecuado, el cultivo puede sortear sin problemas determinadas enfermedades”.

“No ocurre lo mismo con fusarium que dependiendo del momento de fecha de espigazón estará más o menos afectado”, dijo, y continuó: “En general el perfil varietal de aquello que tenemos sembrado en el país no hay resistencia, diferente tipos de tolerancia e influenciado también por ese momento de floración con respecto a las condiciones predisponentes”.

“Si observamos los registros de precipitaciones en el criadero Klein podemos observar que si bien octubre es el momento de espigazón en general para toda esta región, algunos a principio y otros a fines de octubre, las lluvias estuvieron básicamente acumuladas más a fines del mes anterior”, mencionó, y deslizó: “posiblemente los trigos que espigaron más tarde sean los más afectados, simplemente por comparación, mientras que, aquellos que espigaron a fines de octubre podemos llegar a ver un poco de fusarium en relación a los que espigaron más temprano”.

“Si el productor implantó bien un ciclo largo, espigó en la época que se pudo esquivar las condiciones predisponentes para fusarium, o un ciclo corto es lo mismo, el punto es que no haya coincidido con estos eventos”, esbozó el ingeniero.

Acto seguido, precisó: “Con respecto a las heladas observamos en el programa de mejoramiento donde tenemos sembrada la red de trigo, una red de todas las variedades que existen semillas fiscalizadas, notar que hay determinados materiales que algunas espiguillas de espiga están estériles y es probable que haya sido por el daño que el frío provocó”.

“Como en los últimos años la principal enfermedad, sumado a que siembran materiales muy susceptibles, es roya amarilla. Estos cambios de biotipos que estamos observando, raza de roya amarilla hace que tengamos de manera más frecuente eventos de esta enfermedad”, esgrimió, y siguió: “Evidentemente cuando el productor siembra una variedad con ese perfil sanitario debe tener en cuenta el monitoreo, el control”.

“Dentro de nuestro programa de mejoramiento tratamos que nuestros materiales no sean susceptibles a todos los biotipos que existen en el país, ir viendo que nuestro germoplasma liberado a la calle sea susceptible a una sola enfermedad”, explicó.

Además, añadió: “Como los momentos de aplicación de la roya amarilla con respecto a la roya de la hoja o del tallo son distintos, intentamos que el germoplasma que sacamos a la calle sea susceptible a una sola enfermedad”.

“Por eso, este año en particular notamos que los controles comenzaron a ser temprano para materiales muy susceptibles a roya amarilla. A principios de octubre empezaron a combinarse eventos de roya amarilla con roya de la hoja y para materiales que son susceptibles a esas dos enfermedades hubo que hacer otra aplicación, sumado a que otros también lo son a todo los biotipos de roya amarilla”, especificó Corriés.

E indicó: “Últimamente comenzamos a observar que en los materiales susceptibles a roya del tallo se está encontrando. En años típicos húmedos encontramos todos los hongos típicos posibles”.

“Además, empezamos a descubrir recientemente un fusarium que se da en el nudo y desde el nudo que está inmediatamente por debajo de la espiga hacia la espiga queda todo blanco, todo muerto”, consignó, y amplió: “Pudimos verlo en diferentes materiales independientemente del ciclo, es una novedad en mis 16 años del programa de mejoramiento. Es el mismo fusarium de la espiga simplemente que ataca el nudo y el riesgo es que quiebra el tallo”.

“Tuvimos manchas, bacteriosis; realmente para un programa de mejoramiento es un año espectacular porque probamos las enfermedades posibles aunque lógicamente no para un productor, pero nos permite hacer una buena presión de selección para enfermedades”, subrayó.

Corriés remarcó que, “Las expectativas en cuanto a calidad son buenas porque el llenado de granos viene muy bien. El productor de trigo apostó, fertilizó que nos marca el nivel de proteína y en base a la genética biológica será la calidad que en definitiva tendrá”.

“Lo lamentable cuando hablamos de calidad es la poca presión que puede hacer el productor en relación a defenderlo y nos llevará a que en todos los programas liberemos variedades que no tengan tanta calidad y se apunte más a rendimiento, cuyos saldos exportables serán de calidad irregular resultando difícil encontrar nuevos mercados”, sostuvo.

Por último, acerca del trigo resistente a sequía, opinó: “Todo avance tecnológico es muy bueno pero nos preocupa y puede llegar a perjudicar a todos quienes hacemos trigo. Por lo tanto, hay que tener la máxima precaución, desconozco si funciona o no, pero está aprobado para el ambiente, para el consumo humano no hay problema y nos faltaría que el consumidor que compra el trigo argentino lo prefiera y no lo castigue porque está en riesgo toda la producción nacional”.

“De aprobarse todos los eventos, nos sumaríamos aunque debemos ser precavidos. Estamos convencidos que cuando tengamos un evento transgénico en trigo será en beneficio para el consumidor que no es el productor”, enfatizó.

Y culminó: “La otra cuestión es cuánto impacta un evento tolerante a la sequía en nuestro país en relación a qué cantidad más de trigo se producirá y es una respuesta que no tengo, pero cuando hablamos de porcentajes son zonas marginales y si estamos llevando un trigo para que tenga mayor productividad en ambientes que me da mil kilos, un 5 por ciento más no significa mucho para poner en riesgo toda la producción nacional”.







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